8-3-19 | Alianzas Historias de Éxito Logros Nuestros Programas

– “¿Ya llegamos a los treinta peces?” pregunta Jazmin, mientras tira con fuerza la atarraya (red) una vez más al estanque número 1.
– “Sí, pero pezca tres más para freírlas y darle a probar a los clientes la calidad de las tilapias”, contesta Pilar, mientras traslada los peces a un balde lleno de hielo para sacrificarlos.
Con total sincronía y propiedad de la situación, ambas señoras trabajan en la cosecha de peces, un claro ejemplo del trabajo en equipo y compañerismo que han venido construyendo entre ellas durante este emprendimiento que consiste en un sistema de acuaponía.

Pilar y Jazmina, iniciando el proceso de cosecha de tilapia
La instalación física de toda esta estructura, fue construida en el patio de atrás de la casa de doña Reyna quien, mientras sus compañeras trabajan en los estanques, se encarga de limpiar la cocina para la llegada de los pescados. Pero eso no es todo, globos de colores en la entrada de la casa anuncian a los vecinos de la comunidad que es día de cosecha y que pronto iniciará la venta de tilapia por libra, un emprendimiento desarrollado por un grupo de mujeres que ha sido beneficiado por el proyecto Nutriendo el Futuro, una iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial de Cargill y CARE, ejecutada en Nicaragua por Fundación Fabretto.
Jazmín Roque, Pilar Maradiaga y Reyna Carballo son tres de las seis mujeres que están organizadas para desarrollar esta iniciativa. La búsqueda del terreno, la construcción de todo el sistema, el cuido, alimentación de las tilapias, y la siembra de hortalizas como hierba buena, tomate y culantro, son sólo parte de las tareas diarias. “Aquí tuvimos que apelmazar y traer tierra para después construir todo y además cada una de nosotras tiene su propio rol”, explica Jazmina, mientras limpia los pescados.
“En el campo, las mujeres siempre tenemos menos oportunidades. Por eso, cuando nos enteramos del proyecto, nos unimos y ahora estamos muy comprometidas.”
Acuaponía es el nombre del sistema para el engorde de tilapia, que permitirá a este grupo de mujeres generar un ingreso adicional para ellas y sus familias. Esta iniciativa consiste en un proceso de producción sostenible de plantas y peces, que combina la cría y engorde de tilapias con el cultivo de plantas en agua. El agua, ya con las secreciones de los peces, circula y es utilizada como nutriente para las plantas, que luego retorna a los tanques de tilapias ya oxigenada. Un sistema ideal para un territorio árido, seco y con limitado acceso a agua dulce como es Chinandega.
Esta iniciativa no solo pretende facilitar la generación de ingresos, sino también crear y mejorar las capacidades de estas mujeres como grupo y emprendedoras. “Yo soy productora de granos básicos, pero ante tanto problema de sequía, quise meterme al emprendimiento de tilapia y tengo fe que nos irá muy bien, porque estamos trabajando juntas,” explica Pilar con mucho entusiasmo.
“Aquí en el campo las mujeres siempre tenemos menos oportunidades para lograr nuestras cositas, nuestro dinero. Por eso, cuando nos dijeron de este proyecto, decidimos unirnos y ahora estamos muy comprometidas”, explica Jazmina, quien se dedicaba a realizar servicios de belleza a domicilio en temporadas festivas para aportar un poco a la economía familiar. “Nunca pensé que podía llegar a aprender tanto sobre tilapias, desde el tipo de alimento y PH del agua; y ahora me sorprendo al verme hasta dónde he llegado”, explica sin detener su faena.
“Nosotras sabemos que podemos; juntas, podemos”
Además de la venta de tilapias, las emprendedoras cultivan hortalizas que ya iniciaron a comercializar en el mercado. “Las vendemos por sacos y moñitos. También las usamos en nuestra casa y así no tenemos que comprarlas nosotros”, explica doña Pilar.
Culturalmente, la agricultura ha sido percibida como un oficio exclusivo para hombres; sin embargo, la acuicultura es novedosa en la zona y ha permitido a este grupo de mujeres darse cuenta que juntas pueden llegar mucho más lejos. “Tenemos mucha fe que saldremos adelante, aunque el país esté en crisis nosotras sabemos que podemos; juntas podemos”, concluye doña Jazmina.

Sistema de acuaponía construído por mujeres de la comunidad El Pellizco