Este 26 de enero, celebramos el Día Mundial de la Educación Ambiental. En un mundo con un medioambiente que está cambiando rápidamente, ahora más que nunca, es de suma importancia educar a las generaciones futuras en prácticas ambientales responsables y sostenibles. El Programa de Educación Secundaria Rural (SAT) de Fabretto logra ésto con su visión de “aprender haciendo” y con un fuerte enfoque en la preservación del medioambiente.

Nicaragua, teniendo una de las selvas tropicales más grandes de América Latina, enfrenta una crisis ambiental debido al aumento de la deforestación. Con la expansión de la agricultura, muchos pequeños agricultores con poca educación ambiental han talado enormes cantidades de árboles para dejar espacio para los cultivos y el ganado. En el 2010, el 37.5% de Nicaragua consistía de áreas boscosas. En solo 5 años, esta área se redujo a un 25.9% (Banco Mundial). Estas prácticas sostenidas de deforestación han conducido a otras crisis ambientales, como una disminución dramática en la disponibilidad de fuentes de agua durante la estación seca y un aumento en la prevalencia de inundaciones y deslizamientos de tierra durante la temporada de lluvias.

César, originario de San José de Cusmapa y estudiante de turismo sostenible, se preocupa por el futuro de su comunidad. “Decidí estudiar turismo sostenible porque estoy interesado en los problemas que estamos experimentando hoy, como es el cambio climático … Los turistas están interesados ​​en visitar un lugar con gran belleza natural y estamos perdiendo esa belleza porque se han cortado tantos árboles. Tenemos el río Tapacalí, pero debido a la deforestación, se está secando y el agua ya no fluye.” En los municipios de Madriz, Nueva Segovia y RAACS, donde la deforestación es un problema mayor, Fabretto está educando a las comunidades más remotas a través del Programa SAT.

Con el conocimiento de que las acciones locales pueden generar un impacto global, se motiva a los estudiantes de SAT a convertirse en verdaderos administradores de su entorno local. Además de aprender sobre prácticas agrícolas sostenibles durante el día escolar, los estudiantes pueden aplicar este conocimiento en el hogar. Abraham, graduado del programa SAT, desempeñó un papel importante en el cambio de las prácticas agrícolas de su propia familia. “Aprendí muchas técnicas agrícolas que han sido útiles. Cosas que puedo aplicar en casa con mi familia. Incluso puedo enseñarle algunas cosas a mi padre algunas veces. Por ejemplo, mi padre compraba fertilizantes no orgánicos cuando, de hecho, nuestra finca ya estaba produciendo materiales que podrían usarse como fertilizantes orgánicos.”

El servicio comunitario es una parte integral del Programa SAT. Como parte de esta iniciativa, los estudiantes organizan campañas de reforestación, jornadas de limpieza e incluso visitan sus comunidades para concienciar sobre la importancia de cuidar el medioambiente mediante la reducción de desechos, el reciclaje, la limitación de las prácticas de tala y la implementación de la agricultura orgánica siempre que sea posible.

Recordemos que incluso los cambios de estilo de vida más pequeños pueden contribuir a proteger el medio ambiente. Si los estudiantes en las áreas más remotas de Nicaragua pueden poner su granito de arena para preservar nuestro medio ambiente, ¡tú también puedes!

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