En 1948, el misionero salesiano y sacerdote Rafael María Fabretto dejó su
hogar en Vicenza (Región de Venecia), Italia y se embarcó con destino a Nicaragua.
El Padre Fabretto se sintió profundamente conmovido por las situación en la que vivían los niños, lo que le llevó a fundar varios hogares infantiles (mejor conocidos como “Oratorios”) en las comunidades más remotas de Nicaragua. Este fue el inicio de la Familia Padre Fabretto.