2-7-19  |  Alianzas Logros Testimonios

Pequeño productor, gran conocimiento

POR: Beatriz Soto

Osman Gutiérrez verificando la calidad de su grano, para el proceso de cosecha

El sol incandescente de la ciudad de Chinandega era difuminado por una blanca neblina, provocada por las cenizas del volcán San Cristóbal que había rugido una vez más; nada fuera de lo común para los productores de granos que viven en las faldas de este coloso. Osmán Gutiérrez es parte de este gremio que, gracias al proyecto Nutriendo el Futuro, ha logrado ver grandes beneficios.

Antes de la llegada del proyecto, los ingresos eran menos y el trabajo mayor para muchos pequeños productores de occidente de Nicaragua. “Sembrabamos poco sorgo porque la comercialización no era buena. A la hora de la venta, el precio que nos pagaban por quintal era muy poco; prácticamente no recuperamos ni el consumo”, explica Osmán, quien pertenece a la cooperativa San Benito No. 1, de la comarca San Benito, en Chinandega.

“Nos capacitaron sobre técnicas orgánicas para  atacar el pulgón amarillo. Por eso no hubo pérdidas extremas, si no, quién sabe lo que hubiese sucedido.”

 

Esta realidad poco a poco fue cambiando, gracias a la iniciativa global de Responsabilidad Social Empresarial de Cargill y CARE: Nutriendo el Futuro; ejecutada por Fundación Fabretto en Nicaragua. “Varios socios nos rifamos a sembrar sorgo, por medio de CARE y desde el primer año  nos dio buenos resultados, porque el producto lo entregamos directamente a Cargill. De 200  – por quintal- que pagaba el intermediario a  362 córdobas  que nos pagó Cargill esa vez. Al año siguiente, obvio que sembramos mucho más”, recuerda.

Pero después de mejorar significativamente sus ingresos a través de la comercialización segura a Cargill, como parte del modelo “negocio inclusivo” de la trasnacional, se vino un gran golpe para Osman y su familia: el pulgón amarillo. Un plaga, que surge como consecuencia del cambio climático y que afectó principalmente el corredor seco de Centroamérica. Muchos productores perdieron  todo o la mayoría de su cosecha y con ello, el principal sustento de sus familias.

“CARE nos capacitó sobre técnicas para atacar el pulgón. Nos dijeron cuáles eran los insectos que se comen al pulgón, para no ocupar tanto químico. Por eso, no hubo pérdidas extremas, sino quién sabe” recuerda Osman haciendo referencia a los talleres de promotores y asistencia técnica impartidos por el proyecto y la facultad de agroecología de la Universidad Autónoma de Nicaragua en León, durante la primera fase del proyecto.

 

“Ya no dependemos de bancos o financieras, sino que la cooperativa sustenta a los productores”

 

Medidas agroecológicas, para hacerle frente al cambio climático, y un mercado seguro  son  sólo parte de la exitosa fórmula que el proyecto Nutriendo el Futuro ha puesto en práctica en las ciudades de El Viejo, Chinandega y Chichigalpa. El fortalecimiento asociativo, también es un factor fundamental que ha sido impulsado por el proyecto y ha permitido no sólo tener mayores y mejores oportunidades de comercialización a mercados formales, sino también  disminuir significativamente los costos de siembra y acceder a un fondo semilla, administrado por la misma cooperativa.

“Ya no dependemos de  bancos o financieras, sino que la cooperativa sustenta a los productores. Además, ahora que nos hemos organizado, también como consorcio de cooperativas, vamos a las casas comerciales y, por ejemplo, un herbicida  que vale 120 –córdobas-  el litro, ahora nos sale a 70. Así fue bajando  el costo de los insumos y el presupuesto de siembra, aumentando la ganancia por cosecha”

El cuarto componente de este modelo de negocio exitoso, ha sido la tecnificación, no sólo en la puesta en práctica de nuevas tecnologías, como  la sembradora, donada por el proyecto; sino también la creación de nuevos emprendimientos como cooperativa, que permitan generar ingresos seguros para el mantenimiento y compra de nuevas herramientas y equipos.

“Junto a los socios estamos planeando recaudar para la compra de un tractor y así toda la ganancia del tractor y  sembradora  vaya directo a nuestra cooperativa”

 

La Cooperativa San Benito No. 1 alquila la sembradora a otros productores y cooperativas, ““ El alquiler de la sembradora nos cuesta C$200 por manzana. El año pasado  (2018), con la sembradora se cubrieron 80 manzanas. Esto va directo al fondo de la cooperativa que es intocable. Este año, junto a los socios, estamos planeando recaudar para la compra de un tractor para que toda la ganancia del tractor  y sembradora vaya directo a nuestra cooperativa”, explica don Osmán.
, explica Osman.

Es de esta manera que.  Nutriendo el Futuro ha fortalecido capacidades y creado ventanas de oportunidades para estos pequeños productores,  quienes ahora son capaces de hacerle frente a embistes de cambio climático, negociar con propiedad  con una trasnacional  como Cargill y tener una fondo de respaldo, como cooperativa, que  les garanticen sostenibilidad.

 

Productores listos para iniciar con el proceso de cosecha

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