En las comunidades rurales de Nicaragua, sólo el 20% de los estudiantes que terminan la educación primaria continúa estudiando secundaria debido, principalmente, a la falta de recursos económicos y al difícil acceso a las escuelas. Fabretto responde a través del programa Educación Secundaria Rural (SAT), adaptado a la realidad de los estudiantes y avalado por el Ministerio de Educación (MINED). Actualmente, el programa SAT beneficia cerca de 700 jóvenes de 24 comunidades rurales, muchos de los cuales no hubieran continuado estudiando.

A principios de septiembre 2016, otros 1,000 jóvenes más, ubicados en zonas rurales de Nicaragua, se beneficiarán del programa SAT, gracias al financiamiento del Fondo Multilateral de Inversiones Miembro del Grupo BID. A través de este proyecto, se busca aumentar la empleabilidad y mejorar los ingresos de un total de 1,800 jóvenes.

El programa SAT utiliza la metodología “Aprender Haciendo”, donde los jóvenes reciben formación en técnicas agrícolas y emprendimiento, además, través de las iniciativas productivas, colaboran con la economía familiar.  Los estudiantes SAT ponen en práctica lo aprendido y se convierten en agentes de cambio para el desarrollo de sus comunidades.

El tutor guía, sirve también como “profesor viajero”, trasladándose a las comunidades más remotas para implementar el programa, muchas veces utilizando la vivienda de algún estudiante como punto de encuentro para aproximadamente 25 estudiantes provenientes de cinco comunidades aledañas. Ese es el caso de Yesing; tutor SAT, mentor y agente de cambio.

Doce horas de camino separan la casa del tutor Yesing, de la comunidad donde atiende a los estudiantes del programa de Educación Secundaria Rural (SAT) de Fabretto. En 2015, este innovador programa comenzó a implementarse en una de las zonas más desoladas del país, las comunidades rurales de Nueva Guinea en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS). Yesing no dudó ni un segundo cuando le ofrecieron la posibilidad de formarse como tutor SAT y trasladarse a San Rafael del Sahíno, una comunidad rural perdida en la selva del caribe nicaragüense. El acceso a la educación secundaria en esta región era prácticamente inexistente.

Yesing adora su trabajo, reconoce que no fue fácil al comienzo porque a los jóvenes les costó compaginar el trabajo en el campo con los estudios, pues nunca antes había existido la posibilidad de estudiar secundaria en esta comunidad. Ahora, gracias al proyecto BASES financiado por la Agencia Internacional de Cooperación al Desarrollo de Estados Unidos (USAID) estos jóvenes pueden estudiar.

El programa SAT ofrece a los jóvenes una formación adaptada a su realidad, un aprendizaje que contribuye a mejorar los cultivos e ingresos familiares. Yesing nos comenta: “viajamos a otras comunidades para hacer visitas domiciliarias y dar seguimiento a los estudiantes, motivarlos, y también convencemos a otros jóvenes a que se unan al programa”.

Yesing vive en la casa de la familia de un estudiante. Cuando Fabretto llevó el programa SAT a la comunidad, la familia se ofreció a alojar al tutor en señal de agradecimiento. Aún así, Yesing tiene que caminar más de media hora en la montaña para llegar a la comunidad donde se reúne el grupo SAT. “Estar aquí es un gran reto (…) el difícil acceso, las distancias que los estudiantes tienen que recorrer para llegar, las lluvias del invierno (…) pero vale la pena, porque ayudar a estos jóvenes es una experiencia grandiosa.”

Fabretto forma maestros con vocación de servicio, quienes juegan un papel fundamental en la educación de los jóvenes y niños en zonas rurales. Maestros como Yesing dedican sus vidas al desarrollo de sus estudiantes y el de sus comunidades. Sin duda, maestros como Yesing son agentes de cambio.

Para conocer más sobre los programas Fabretto, dale un vistazo a nuestro Informe Anual 2015 a continuación; sólo tienes que voltear las páginas, jalando de las esquinas.