30-9-17 | Historias de Éxito
Son las 8:15 AM y la mayoría de los estudiantes del Diplomado en Liderazgo impartido por el Ministerio de Educación, están presentes, excepto Suyen Noguera, una mujer de alta estatura y de andar y hablar enérgico, quien frecuentemente entra presurosa al salón con algo de retraso.
Para sorpresa y admiración de muchos de sus compañeros, todos los días, antes de ir a sus cursos de Diplomado, Suyen pasa por la Escuela Salomón de la Selva, donde es Directora desde hace 9 años. “Me gusta estar presente al inicio del horario escolar y así dejar todo en orden con los profesores,” comenta la determinada mujer. Cada mañana, sale a las 6:00 AM de su casa, ubicada en Nindirí, toma un bus y después de 10 minutos abordo, camina unos 200 metros hacia la escuela. Su compromiso con la educación ha dado frutos; su escuela se destaca por ser “la más limpia” a nivel municipal, esto a pesar de no contar con personal de limpieza; asimismo, por alcanzar uno de los rendimientos académicos más altos (98% en el primer semestre de 2017) y tener un alto porcentaje de retención de alumnos (97% actualmente.) De acuerdo a Suyen, la clave de estos logros es la buena organización que existe entre las autoridades escolares, docentes, y padres de familia, además del apoyo que reciben de empresas y organizaciones.
Desde 2012, la Escuela Salomón de la Selva es una de las 26 escuelas beneficiarias del Proyecto Nutriendo el Futuro, un proyecto financiado por Cargill y ejecutado por Care Internacional y Fundación Fabretto.
185 niños y niñas son lo que estudian desde preescolar hasta sexto grado en este centro educativo ubicado en el Barrio Los Madrigales Sur de Nindirí. Ha pasado de contar con 2 aulas multigrado en la década de los 80, a tener 6 aulas, un comedor, una biblioteca y una oficina de Dirección; pero no solo ha crecido en infraestructura, sino en conocimientos y en buenos hábitos. Actualmente, su comunidad educativa desarrolla actividades enfocadas en promover y proveer una alimentación balanceada a los niños y las niñas y en el cuido del medio ambiente.
La escuela desde hace 7 años cuenta con un huerto, pero es hasta hace 4 años que éste les ha permitido complementar la merienda que proporciona el Ministerio de Educación. Con el acompañamiento del Proyecto Nutriendo el Futuro se ha logrado hacer al huerto biointensivo , y de éste los niños y niñas han cosechado berenjenas, tomates, espinacas, frijolitos, remolachas y pepinos; también planean incluir pronto otras verduras.“Los niños prefieren comer el arroz y el frijol acompañado de torta de espinaca y ensalada de tomate,” , confiesa Suyen, quien agrega también que los padres de familia y docentes están comprometidos en brindar a los estudiantes una alimentación balanceada.
Kermeses, capacitaciones, juegos, foros con los temas de nutrición y medio ambiente, son algunas de las actividades en las que participa Suyen, su equipo docente, estudiantes y padres de familia; algunas coordinadas a través del Proyecto Nutriendo el Futuro y otras por iniciativa propia.“Ya les he dicho que en la escuela somos una gran familia, si no cooperamos tendremos la casa patas arriba”, refiere Suyen, quien tiene 40 años, 12 años de los cuales se los ha entregado a su vocación: la docencia y la gestión educativa. “Yo me enfermo cuando estoy de vacaciones, me da tristeza ver la escuela vacía… de alguna forma me he adaptado a la bulla,” confiesa entre risas la ejemplar Directora.
Vos también podés apoyar a desarrollar capacidades de liderazgo en docentes y directores como Suyen, una forma de hacerlo es a través de un donativo para los programas de educativos de Fabretto.