Soplaba el viento a través de los árboles frutales y detrás de la cortina que servía de puerta de la humilde casa, apareció la pequeña Lissenia con una bolsa de cereal en sus manos. “¡Se dice Cha-pu-di-tos!” aclaró la niña de cinco años, refiriéndose al nombre de la llamativa bolsa amarilla.

Gracias a una alianza entre Fabretto y Mathile Institute, Chapuditos ha llegado al preescolar de Lissenia
 en Mozonte, Nicaragua, una comunidad rural con
altos índices de pobreza y desnutrición crónica. El cereal contiene más de 20 vitaminas y minerales que los niños necesitan para su desarrollo. Cada
 dos semanas la mamá de Lissenia, Deyra, recoge dos bolsas de la escuela y prepara el cereal para su hija y 20 compañeros de clase. Deyra es parte de
 un grupo de madres voluntarias, quienes se turnan para la preparación de esta merienda nutritiva y la complementan con leche, canela, y clavo. Con el fin de alcanzar resultados positivos, las voluntarias también han recibido formación sobre higiene y salud alimentaria. “El aseo personal y consumo de agua limpia es muy importante para evitar que los hijos se enfermen (…) para ser sincera, este tipo de información yo no la conocía,” con esa Deyra.

Deyra recuerda cuando las cosas en Mozonte eran muy distintas. “En mis tiempos no nos daban este tipo de alimento ¡Siempre teníamos sueño y muchas veces
nos dormíamos en plena clase! Por eso me asusto
 al ver a mi hija y sus amiguitos corriendo de un lado
 a otro en la escuela.” Todos los días, los niños del preescolar en Mozonte reciben un vaso del cereal, lo que les mantiene atentos en clase y sobretodo sanos. A sus cinco años, Lissenia comprende la importancia del cereal en su vida y la de sus compañeros. Por eso, cuando a su madre le toca prepararlo, le acompaña en todo el proceso y siempre es la primera en probarlo para asegurarse que tiene el sabor adecuado. “¡Mi mamá es la que mejor lo prepara!” comenta con orgullo.

Desde el 2015, Chapuditos, que significa estar naturalmente rojito en los cachetes, ha cambiado la vida de más de 800 niños y niñas como Lissenia en Nicaragua, garantizando su desarrollo y un futuro mejor.

Conoce más sobre los programas de Fabretto, hojeando las páginas de nuestro Informe Anual 2016 en el siguiente enlace: