Todos los días cerca de las 11:00 de la mañana, las cocinas de Fabretto se preparan con cientos de platitos para servir un almuerzo escolar nutritivo a los niños que terminan, o están a punto de iniciar, sus clases en los centros de Fabretto. Pero por un momento imagina lo que significa para muchos de ellos, que esa comida es la única comida completa que podrán tener en su día.

Los casi dos años de pandemia, han empujado cerca de 163 millones de personas alrededor del mundo a la pobreza (Naciones Unidas, 2021), y aunque para Nicaragua la situación ha sido más difícil que sólo eso, sin lugar a duda estos números se han reflejado en la salud y crecimiento de nuestros beneficiarios.

A partir de 2020, el promedio de subempleos o trabajos informales en Nicaragua llegó a ser del 45.8% lo que disminuyó para muchas familias de nuestros estudiantes, la posibilidad de cubrir sus necesidades básicas de alimentación. Al iniciar las clases en febrero de este año, más del 50% de los niños de Cusmapa y Las Sabanas fueron registrados bajos de peso o en desnutrición.

Ante esto la solución parecía sencilla –continuar sirviendo los almuerzos escolares nutritivos– pero para Fabretto, apoyar a estos niños a salir de la pobreza y alcanzar su máximo potencial es un compromiso de mucho más. Estas han sido tres de nuestras acciones más importantes para reducir la pobreza a través de la nutrición:

1. Servir almuerzos escolares nutritivos

¿Puedes imaginar cuántas pancitas hemos logrado llenar cada día? A través de uno de nuestros socios clave, Feed My Starving Children, este año hemos servido más de 388,650 comidas nutritivas que ayudan a que estos niños y niñas cuenten con una razón más para asistir todos los días a la escuela y tengan la energía necesaria para enfocarse en sus clases.

2. Promover la agricultura

En las comunidades rurales de Nicaragua, cultivar es la actividad más importante para asegurar el sustento diario de miles de familias. Involucrando a nuestros beneficiarios en las actividades de cuido y mejora de los huertos escolares, enseñamos técnicas que les permitan junto a sus padres y abuelos, mejorar sus cosechas y así contar con una fuente de alimentos segura y sostenible. En el futuro, como muchos de nuestros estudiantes SAT han logrado, estos cultivos pueden convertirse en innovadores emprendimientos que mejoren la calidad de vida de sus familias.

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3. Encontrar más donantes como tú

Las donaciones, tanto en efectivo como en alimentos, tienen un impacto enorme en la vida de las familias más desfavorecidas que cuentan con los almuerzos diarios de Fabretto para alimentar a sus hijos. Con una donación mínima de $5, podemos servir almuerzos escolares a cuatro niños y niñas que atendemos. Pero, ¿te imaginas si hoy lográramos que más personas se unieran y donaran lo mismo o un poco más?

Hoy, día mundial de la alimentación, apoya nuestros programas de nutrición y cambia la vida de miles de niños a través de los almuerzos escolares de Fabretto. Regálales la oportunidad de continuar la escuela con sus pancitas llenas.