“El centro es un segundo hogar para mí; es un lugar donde no hay excepción de persona,” estas fueron las palabras usadas por Anielka al describir su experiencia en el Programa SAT. Ya lleva 11 años siendo beneficiaria de los programas educativos de Fabretto. A estudiantes como Anielka se les provee la oportunidad de ser apadrinados y de fomentarse como líderes en sus comunidades. Asisten al centro de Fabretto en donde se les enseña el valor de aplicar sus aprendizajes en la vida cotidiana; cómo trabajar en el campo y a la vez administrar inventario. Esto es lo que diferencia al programa SAT y al centro de Fabretto de otros colegios: la experiencia de aprendizajes aplicados.

Anielka tiene una historia de gran éxito, en la cual es evidente el apoyo que brindan este programa, Fabretto como institución, y sus donantes, como lo fue Coca-Cola en el 2016. Es fruto de la perseverancia y visión. Ella ya va rumbo a la universidad agradecida con Fabretto y el programa SAT, que le han brindado una educación y nuevas oportunidades de ejercer como estudiante, Nicaragüense y mujer. Su lección más grande de vida fue ganar el Reto Empresarial en donde  se expuso su proyecto de condimentos o especies para cocinar más accesibles, así como el chile deshidratado, la albahaca, y el orégano, un proyecto que planea desarrollar más. “Aprendí sobre mis capacidades; nunca me imaginé ser capaz de exponer en frente de tanta gente,” explicó Anielka lo cual la ha llenado de orgullo y motivación al emprender su nuevo capítulo de vida, ya que pronto asistirá a la universidad, en donde espera ejercer una carrera en medicina con el propósito de ayudar a su comunidad. Ella como muchos estudiantes también, desean volver y ser tutoras de SAT y servir de inspiración a su comunidad, su hogar.

Dice que es un gran logro poder seguir su educación, y una gran bendición que esto sea posible dado los escasos recursos. Está infinitamente agradecida con Fabretto y sus donantes que brinda un apoyo incondicional a jóvenes como ella que quieren cumplir sus metas. Es esa visión de humildad que lleva a estos estudiantes al éxito, de ver que hay un mundo de posibilidades más allá de si mismos que son posibles con las herramientas educativas y de vida que se les han brindado. Anielka es una historia de éxito y del orgullo e inspiración para todas las niñas que no les basta con soñar, si no también actuar para ser una generación de cambio.