El 22 de marzo, personas de todo el mundo se reunieron para conmemorar el 35º aniversario del fallecimiento de nuestro fundador, el Padre Rafael María Fabretto, reflexionando sobre su legado extraordinario y el impacto duradero que dejó en innumerables vidas. La vida y el trabajo del Padre Fabretto siguen inspirando a generaciones, recordándonos el profundo cambio que una sola persona puede generar en la vida de los demás. Este marzo, estudiantes, docentes, aliados y amigos de Fabretto recordaron el legado del Padre Fabretto en encuentros realizados en Chicago, Guatemala, Honduras y España.

Aunque el Padre Fabretto falleció en 1990, su visión sigue viva a través del trabajo de la Fundación Fabretto, que continúa empoderando y apoyando a miles de niños, niñas y familias. Su compromiso con brindar oportunidades de educación, desarrollo personal y un futuro más prometedor para la juventud vulnerable está en el corazón de la misión de la fundación. Hoy en día, los esfuerzos de Fabretto siguen derribando barreras, ayudando a los niños a alcanzar su máximo potencial y dotándolos de las herramientas necesarias para superar desafíos y construir una vida mejor para ellos y sus comunidades.

El legado del Padre Fabretto es un testimonio perdurable del poder de la educación, la compasión y el compromiso con el cambio social. La labor de su vida sirve como un faro de esperanza y una fuente de inspiración para personas en todo el mundo. Al honrar su memoria, recordamos la importancia de continuar su misión y asegurar que las futuras generaciones se beneficien de las oportunidades que él promovió con tanta pasión. A través de su ejemplo, nos sentimos motivados a continuar su obra y generar un impacto positivo en la vida de los niños, alimentando la esperanza de un futuro más justo y equitativo.

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