Tanto en Nicaragua, como en el resto de los países vecinos en la región, se ha avanzado en materia educativa, sin embargo, todavía estamos a la cola en inversión. Mientras la inversión pública en educación por persona en Costa Rica es de US$700, en Nicaragua fue diez veces menor al ubicarse en solamente US$70 per cápita, señala el informe “Estadísticas de Centroamérica 2014”, sobre los indicadores de desarrollo humano sostenible, (ERCA). En Nicaragua ser maestro no es una profesión fácil, especialmente en las zonas rurales, donde tienen que caminar durante varios kilómetros hasta llegar a la escuela donde dan clase. A ellos, nos les lleva un recorrido de empresa, tampoco pueden llegar en un bus o taxi, son, en su mayoría, personas con una gran vocación y que aman su profesión, a pesar de devengar un salario promedio de $210 mensuales. Imposible pensar como cubrir la canasta básica que ronda los $400 (gastos mensuales de una familia de 6 miembros, 4 adultos y dos niños).

Los maestros son las personas encargadas de enseñar a las próximas generaciones y en definitiva los transformadores del futuro de miles de niños, jóvenes y comunidades. Pasan horas con ellos, tienen la paciencia, la creatividad y el amor de dar y multiplicar su conocimiento. Sin embargo, el 72% de los maestros de preescolar, el 26% de los de primaria y el 43% de los maestros de secundaria no tienen educación formal. Además, el Foro Educación y Desarrollo Humano de Nicaragua alarmó sobre el déficit de 10,000 maestros en el país, lo cual implica que muchos niños y niñas reciben clases en aulas abarrotadas de estudiantes con maestros inexpertos.

Para todos ellos la vuelta al cole con Fabretto es mucho más fácil. Fabretto prepara a sus maestros para el nuevo año escolar, a través de un programa integral de formación. Los docentes reciben capacitación especializada en metodologías innovadoras como Enseñanza Abierta y Montessori. A través de una formación integral, Fabretto empodera a maestros, multiplica el impacto y beneficia con educación de calidad a más niños, niñas, y jóvenes en Nicaragua. Han aprendido que en la educación, el niño es el protagonista de su propio aprendizaje.

Cinthya es maestra de reforzamiento educativo en nuestro de Centro de Educación en Acahualinca. Ella es la responsable del grupo de los más chiquitos, niños y niñas de entre 5 y 7 años de edad. Para Cinthya trabajar en Fabretto le ha dado la oportunidad de mejorar su formación como maestra,  ella sabe que con metodologías innovadoras los estudiantes  lograrán el éxito.

“Muchos de los niños que atiendo tienen problemas de violencia y agresividad, causado principalmente por el entorno en el que viven.” La pobreza y la falta de amor en los hogares afecta directamente en la emociones del niño y en su desarrollo en la escuela. “Ver la sonrisa de cada uno de ellos, donde cada día de trabajo, recibes ese abrazo de gratitud. Eso te dice que lo que haces, está bien”.

Fabretto sigue creyendo que invertir en la formación docente es una forma sostenible para el desarrollo de las comunidades y para asegurar una calidad educativa en los próximos años. A través de capacitaciones, cursos intensivos y trabajando mano a mano con las instituciones públicas, los profesores se convierten en líderes de educación y mentores para los niños y jóvenes en riesgo.

Tenemos la visión de una Nicaragua en la que los profesores sean verdaderos líderes de su comunidad y creen un efecto multiplicador de conocimientos para las generaciones presentes y futuras.

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