A principios de 2020, Ana Bell enseñó a sus alumnos de quinto año del Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT) cómo usar Google Classroom. Mas nunca se imaginó que tan solo unas semanas después, esta herramienta de aprendizaje en línea se volvería esencial para garantizar que sus estudiantes pudieran graduarse al final del año.

Cuando llegó la pandemia y los estudiantes de Fabretto fueron enviados a casa a principios de abril, Ana Bell y sus colegas tuvieron que reimaginar la forma en la que enseñaban. Luego de implementar una encuesta diagnóstica rápida para identificar si los estudiantes tenían acceso a un dispositivo con capacidad para Internet, el equipo decidió que WhatsApp se volvería en el principal canal de comunicación. Más adelante, los estudiantes recibieron dispositivos inteligentes y recargas de datos móviles según la necesidad.

Ana Bell no es ajena al cambio. Toda su vida cambió cuando fue invitada a postularse para un puesto de profesora en Fabretto. En 2019, se le otorgó la oportunidad única de viajar a Japón con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) para participar en un curso sobre agronegocios y agroturismo, donde conoció la importancia de adaptar los proyectos a los contextos locales, una experiencia que resultaría útil en 2020 cuando todos los contextos cambiaron.

A pesar de tener experiencia en el uso de la tecnología en el aula antes de la pandemia, Ana Bell agradeció el acceso a cursos virtuales que Fabretto brindó a todos los tutores del SAT. En estos cursos, aprendió a crear presentaciones visuales, infografías y videos tutoriales, entre otras habilidades.

A medida que los estudiantes y los profesores se adaptaban al aprendizaje remoto, Ana Bell notó diferentes tendencias. A algunos estudiantes les estaba yendo inusualmente bien, mientras que otros parecían desmotivados. Se enteró de que algunos estaban experimentando problemas en el hogar, como tener que ayudar a mantener a sus familias cuando sus padres perdieron sus trabajos, por lo que les empezó a dar seguimiento de cerca y a motivarlos a continuar estudiando.

Los esfuerzos de Ana Bell por motivar a sus estudiantes a permanecer en la escuela dieron sus frutos. Al final del año escolar, a pesar de todos los desafíos, 23 de sus 28 estudiantes se graduaron del programa.

“Los que se van, siempre vuelven. Como maestra, uno siempre los recuerda con amor. ”

Sin lugar a dudas, 2020 fue el año en que el mundo se dio cuenta del increíble trabajo que hacen los maestros a diario y Ana Bell no es una excepción.