Hace veinte años, 189 países y 4,000 organizaciones del mundo se reunieron en Beijing para comprometerse con un futuro donde las mujeres gozaran de igualdad. En esa misma ocasión se aprobó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing que llenaba de esperanza a las mujeres, confiadas en ver un mundo de igualdad para el 2005. Pero la promesa no les ha sido cumplida, porque a pesar que se han dado algunos avances, sus hijas hoy viven en un mundo sin igualdad.
 

En el Día Internacional de la Mujer, queremos hacer la pregunta: ¿cómo hacer para reactivar la urgencia del compromiso aprobado en Beijing? El primer paso es reconocer que la igualdad de género es urgente y necesaria para la prosperidad de toda la humanidad. Este concepto se debe inculcar desde temprano en los hogares y las escuelas; sin embargo, la responsabilidad es de todos los sectores de la sociedad.
 

Por esa razón, Fabretto reconoce la urgencia de acelerar el empoderamiento de las mujeres a través de la educación. Con el fin de alcanzar  un ‘‘Planeta 50-50’’, Fabretto promueve equidad en todos sus programas; el 50% de los beneficiarios lo constituyen niñas y mujeres como Katherine, una joven líder, emprendedora y estudiante, o Gisella, abuela y miembro de la cooperativa de café 5 de Junio.   

Demos el paso hacia la total inclusión de género y cumplamos la promesa. Empoderar a las mujeres es empoderar a toda la humanidad.