Juan Mendoza, bajo el programa de voluntariado de Accenture, decidió pasar sus vacaciones de verano apoyando los proyectos de Fabretto en Nicaragua el año pasado. Juan, ha organizado el próximo sábado 31 de mayo un partido de baloncesto solidario con sus amigos del colegio y familiares en el colegio San José del Parque (Madrid), cada equipo donará 1€ por cada punto recibido en el partido.

Este es un claro ejemplo de como tú también puedes ayudarnos a que más niños en Nicaragua tengan acceso a educación de calidad. Organiza con tus amigos y familiares una actividad de recaudación de fondos y transforma la vida de muchos niños y niñas. Puedes visitar nuestra página de actúa para descubrir otras ideas de como puedes colaborar.

Juan nos compartió su testimonio sobre su experiencia como voluntario de Fabretto en Nicaragua.  Lee su bonita historia:

“Ha sido mi primera experiencia como voluntario en otro país. Antes de contaros el voluntariado en Nicaragua, me gustaría dar las gracias a la Fundación Accenture  y a la Fundación Fabretto por haberme dado la oportunidad de poder realizar una de las cosas que siempre había querido hacer.

Hace unos meses tuve una de las mejores experiencias de mi vida. Para los que no habéis podido vivir algo parecido, deciros que es enriquecedor desde el primer momento, y los beneficios obtenidos son para toda la vida. Cuando mis amigos me preguntaron qué tal el voluntariado, mi repuesta fue: “Solo me arrepiento de una cosa, ¡y es de no haberlo hecho antes!”.

Tras ser seleccionado por la Fundación Accenture para participar en el Voluntariado en Vacaciones 2013, me comunicaron que participaría en un proyecto en Nicaragua con la Fundación Fabretto. La misión de Fabretto es llegar a niños de áreas rurales en Nicaragua y a sus familias para que alcancen su máximo potencial, mejoren sus entornos y vivencias, y puedan tomar ventaja de oportunidades económicas por medio de la educación y la nutrición. Mi trabajo se centró en el desarrollo de productos de comunicación, centralizado en la investigación y el desarrollo de contenidos para la página web y redes sociales de Fabretto. Tuve la oportunidad de visitar la comunidad de Cusmapa durante cuatro días, estando en contacto directo con los principales actores y  beneficiarios de los programas de Fabretto: estudiantes, tutores, maestros, padres de familia y los directores de los Centros Educativos. Coincidí con un grupo de voluntarios de la Universisdad de Kelllog de Chicago, fueron un apoyo importante durante todo el viaje y el proyecto, y también hicimos un gran viaje a la Isla de Ometepe.                                                                                                                                                                                                                                                   

Fueron quince días de lo más intensos y toda una aventura desde nada más aterrizar en la ciudad de Managua (Nicaragua).  Fue mi primera visita a un país de Centroamérica, y ya durante el trayecto del aeropuerto a la casa de voluntarios de Fabretto, observé que estaba en un país completamente diferente a los que ya había visitado. Me impactó mucho la lucha de la gente por conseguir la comida de cada día, algo que para nosotros es impensable.

La visita a la Comunidad de San José de Cusmapa fue inolvidable. Cusmapa es una comunidad en el norte de Nicaragua, en las montañas. La gran vegetación y los caminos de tierra y piedras son interminables. Una de las cosas que más me llamó la atención, fue lo feliz que pueden llegar a ser sus habitantes teniendo tan poco. Se dedican a la agricultura, ganadería y café en poca escala.  Allí pude tener contacto directo con los estudiantes de las escuelas, desde los más pequeños de preescolar, hasta los pocos que tenían la oportunidad de preparar el acceso a la universidad. Mi trabajo se centró en realizar entrevistas a personas que habían sido protagonistas o formado parte de una historia de éxito: alumnos que había llegado a la universidad, profesores y alumnos que participaban en proyectos de agricultura para el beneficio de la comunidad, voluntarios que ayudaban en la recuperación de niños mal nutridos, etc. Además, participé en una de las labores de nutrición de Fabretto, ayudando en el reparto de alimentos por todos los centros educativos.

Espero en el futuro poder repetir una experiencia parecida, ya que ha sido un antes y un después en mi vida, aprendiendo a valorar las cosas realmente importantes. Estaré siempre agradecido  por haber hecho este viaje, es otra manera de disfrutar parte de tus vacaciones y es más que recomendable para los que podáis hacerlo. Nuestro tiempo libre puede tener un valor inconmensurable para las personas que lo necesitan.”