Con motivo del día del padre en Nicaragua, este 23 de Junio, queremos destacar el testimonio de Leonel y Rickson. Son padre e hijo y habitan en una comunidad rural al norte de Nicaragua y ahora, son los propietarios de un exitoso negocio. Leonel y su esposa son padres de cuatro, y dos de sus hijos, Rickson e Ingrid, están integrados en el Programa de Fabretto de Educación Secundaria Rural (SAT). Una de las cualidades más destacadas de SAT es la adaptación del currículo educativo a la realidad de estos jóvenes.  Un verdadero reto, en un país donde más de la mitad de los jóvenes no inician la educación secundaria. El programa SAT va más allá de los libros de texto, su metodología de “Aprender Haciendo” motiva a los jóvenes a poner en práctica sus conocimientos y habilidades. De esta forma, muchos de los estudiantes desarrollan iniciativas productivas y de negocio que son clave para la transformación de su futuro, el de sus familias y sus comunidades.

Rickson, en su casa, corta el pelo a compañero de SAT 

Hace aproximadamente un año, Leonel (en la foto, a la derecha), su hijo Rickson y toda su comunidad, tenían que viajar varias horas, hasta San José de Cusmapa, para el simple hecho de cortarse el pelo. Así nació su idea de negocio: abrir una barbería en su comunidad.

Sin embargo, para los emprendedores, acceder a un préstamo para disponer del capital inicial es extremadamente difícil, y más en las comunidades rurales de Nicaragua. Normalmente, el banco más cercano, está ubicado varias horas de distancia en autobús, y no es habitual que concedan préstamos a clientes sin historial de crédito. Por esto, el programa SAT de Fabretto estableció una cooperativa estudiantil, que otorga pequeños préstamos a los estudiantes y sus familias. La cooperativa permitió a Rickson y a su padre, obtener un préstamo de aproximadamente 150 dólares. Con este capital, invirtieron en la compra de una máquina de afeitar eléctrica y otros suministros para su negocio.

Una vez hechas las compras, la familia abrió el negocio en su propia casa. Unas sillas de plástico sirven de sala de espera para los clientes. Rickson y su padre son los peluqueros. “El negocio es un gran logro para él”, dijo Leonel con orgullo. “Está aprendiendo y se está divirtiendo”. Además de cortar el pelo, Rickson ha aprendido a administrar un plan de negocio, el manejo de efectivo, llevar registros contables, y la gestión del préstamo de la cooperativa. La barbería también ha llenado una necesidad en la comunidad, y muchos de los clientes provienen de varias aldeas cercanas.

La mamá de Rickson, con su Hermana Ingrid (también estudiante de SAT), y su hermana más pequeña posan delante de su casa/negocio. Toda la familia se está beneficiando de esta iniciaitva, y además han mejorado sus ingresos familiares.

“El Programa SAT ha traído muchos beneficios a nuestra comunidad”, comentó Leonel, quien expresó con entusiasmo que su familia tendrá más oportunidades para su futuro. Rickson y Leonel son un ejemplo para su comunidad. Una vez más, se demuestra el verdadero impacto de la educación y las oportunidades en las zonas rurales Nicaragua.

Los padres son una parte fundamental en todos programas de educación de calidad. Por eso, Fabretto involucra activamente a los padres y madres de familia en  las actividades educativas, proyectos de servicio, y las iniciativas de generación de ingresos. Al trabajar con las familias hijos, hermanos, padres, abuelos, Fabretto provee a las comunidades de las herramientas y conocimientos para salir por sí mismas de la pobreza.

Rickson (abajo a la derecha en azul) posa con sus compañeros de SAT, maestros y comunidad.

Celebremos El Día del Padre en Nicaragua haciendo un donativo para apoyar los programas de Fabretto. Además, hay otras formas de colaborar y apoyar a las familias que beneficiamos: compra café y otros artículos de bisutería y canastas de pino en nuestra tienda online. Pincha aquí para ver otras formas de apoyarnos.