En honor al Día Internacional de la Paz, recordamos a nuestro fundador, el Padre Fabretto, quien rompió barreras y extendió la paz y la unidad a través de las comunidades en la zona rural de Nicaragua.

La Fundación Fabretto tiene el gran honor de llevar el nombre de un hombre que demostró una virtud tan heróica y cuyo trabajo continúa impactando a miles de niños, jóvenes y comunidades en toda Nicaragua hasta el día de hoy.

El padre Rafael María Fabretto abandonó todo y entregó su vida a los niños y jóvenes en Nicaragua. Su espíritu de fe, amor y servicio a los más necesitados, fue un claro ejemplo de imitación de Cristo en la tierra. Hoy, ese mismo espíritu es el que sostiene nuestra organización.

El Padre Fabretto nos dejó hace 28 años y hoy continúa siendo una referencia y ejemplo de vida. Por esta razón y como homenaje a quien en vida fuese un verdadero benefactor de los más necesitados, nuestra organización ha iniciado el proceso de beatificación y canonización de la Iglesia Católica. Sin embargo, para quienes fueron “sus hijos” adoptivos, el proceso de causa es solo un paso hacia la formalización de lo que para muchos es un hecho irrefutable: el padre Fabretto fue el santo de los niños.

El proceso de santidad comprende una extensa documentación e investigación, que se inició en 2017. Aprovechamos para invitar a compartir testimonios de fe y curación atribuida al Padre Fabretto y de esa forma aportar al proceso de santidad de nuestro querido fundador.