Entusiasmo, nervios, emoción, adrenalina y cansancio fueron las emociones que se percibieron en el  Pancitas Llenas Challenge. La mañana del sábado, 16 de noviembre, se estableció el objetivo de empacar alimento para llenar las pancitas de 1,500 niños que sufren desnutrición crónica en el departamento de Madriz, al norte de Nicaragua. Para lograrlo, seis influencers se unieron al reto: Berenice Quezada, Iván Peña, Lilia Piccinini, Ervin Costa, Idania Flores y Cristyana Somarriba, quienes se encargaron de reclutar 10 personas cada uno, para formar sus equipos.

El día llegó y cada equipo estaba listo para dar lo mejor y ayudar a Fundación Fabretto a llegar a la meta y llevarse el primer lugar de la competencia de empaque de alimento más grande del país. ¿Quién ganaría? Eso estaba por verse. A las nueve de la mañana los equipos comenzaron a llegar a las instalaciones de Fabretto; el primer equipo en llegar fue el de Lilia Piccinini, estos venían uniformados de blanco. El segundo equipo en llegar fue el de Berenice Quezada, y así sucesivamente se fueron sumando los equipos. En el caso del equipo de Iván Peña, llegaron vestidos de verde, con lentes y collares festivos, cantando su consigna: “¡Qué alegría más alegre!” Por su lado, Ervin Costa, con la energía y emoción que le caracteriza, entró anunciando y animando a su equipo: “¡Llegó el desayuno!” gritó, mientras repartía emparedados para animar a su equipo. Así con ese entusiasmo empezó la mañana del Pancitas Llenas Challenge.

Luego que los equipos hicieran su entrada triunfal en las instalaciones de Fundación Fabretto, procedieron a lavarse las manos para poder ingresar a la zona de empaque. Llegó la hora y los equipos estaban ubicados en sus respectivos lugares, listos para empacar alimento. A las 10:30 A.M. comenzó la competencia y todos los equipos se dispusieron a llenar bolsas con arroz, pesar, sellar, contar y empacar cajas. Al pasar los minutos se escuchaba: ¡Una caja! ¡Dos cajas! ¡Cinco cajas! ¡Necesitamos más arroz! y así, entre gritos de emoción de los voluntarios, la primera hora finalizó.

Al finalizar la primera hora, los equipos tuvieron un descanso de diez minutos; durante este momento, se revelaron los avances del empaque; el equipo que llevaba la delantera en la primera hora de empaque era el de Lilia Piccinini, pero como si de un partido de fútbol se tratara, nada estaba dicho hasta que las manecillas del reloj marcaran las 12:30 P.M.; los otros equipos todavía tenían la posibilidad de remontar.

Terminado los 10 minutos de descanso los equipos reanudaron su trabajo, esta vez empacando lo más rápido que les era posible. El sudor les caía por la frente, los pies les dolían, pero no estaban dispuestos a parar;  por el contrario, a pesar de cualquier problema técnico, los voluntarios llenaban varios sacos y cajas por minuto, empacando lo más rápido que les era posible. La última hora pasó volando y el tiempo se había terminado. Los equipos exhaustos pero con una sonrisa en el rostro dejaron de empacar. 

Era la hora de saber cuantas porciones de alimento habían empacado y cuál equipo había logrado empacar la mayor cantidad. En total, los voluntarios lograron empacaron 57,024 porciones de alimentos que permitirán servir almuerzos escolares nutritivos para niños en riesgo. El equipo ganador, galardonado con el trofeo Pancitas Llenas, fue el de  Berenice Quezada, quienes celebraron en grande. Los otros equipos se unieron a la celebración con cantos y aplausos, pues el logro era de todos.

Por parte de Fundación Fabretto, agradecemos a cada una de las personas que hicieron posible el Pancitas Llenas Challange, en especial a los 6 Team Leaders y sus equipos de voluntarios por su compromiso con la niñez de Nicaragua. Por último, agradecemos a los patrocinadores que creyeron en este proyecto. Gracias a la solidaridad y generosidad de cada uno de ellos, miles de pancitas ya no estarán vacías. Todos son ganadores por tener un corazón tan grande. ¡Felicidades!