Patricia es Directora de Redes Sociales en la agencia publicitaria Engine OgilvyOne y ha colaborado con Fabretto por más de un año. Ella nos cuenta sobre su primera visita a las comunidades en las que trabaja Fabretto. “Si bien la invitación a visitar los centros comenzó como una asignación laboral, sabía que se iba a convertir en una experiencia de vida,” comentó.

Entre sus expectativas esperaba aprender a ser más humilde y valorar sus condiciones de vida, pero también encontró “algo que había perdido hace un par de años: La motivación para continuar estudiando.”
 

Patricia, rodeada de estudiantes de la escuela Fabretto en el barrio La Cruz, vertedero municipal de la ciudad de Estelí. 
 

Conocer algunas historias en primera persona y el esfuerzo que se realiza a diario en las zonas rurales del pais, le hizo cambiar su visión de cómo la educación influye en el futuro: “niños y jóvenes que caminan con gran ilusión hasta tres horas para llegar a la escuela, no pudo ser más inspirador,¨ nos cuenta.

Patricia conoció algunos ejemplos de superación, como el de David, quien desde una remota escuela de Cusmapa estudia incansablemente para un día convertirse en profesor de idiomas. Tambien nos cuenta sobre César, el joven lider comunitario de 13 años que tomó la iniciativa de construir una vivienda para su compañera de clase, quien vive con su madre y sus 9 hermanos. Patricia sonríe al recordar a Doña Chepita, madre orgullosa de 15 hijos que ayudó a su hija menor a crear un gallinero, como parte de las iniciativas productivas que promueve el programa SAT.

“Finalmente comprendí que Fabretto motiva a los jóvenes a poner en práctica lo aprendido y ayudar a los demás para crear comunidades autosostenibles (…) comprendí que el éxito y la felicidad está a un paso después del esfuerzo y la perseverancia. Estoy lista para seguir su ejemplo y dar el primer paso en mi compromiso con Nicaragua,” comentó.

Todos los años, Fabretto recibe a cientos de voluntarios provenientes de paises como Estados Unidos, España e Inglaterra. Patricia es una de las pocas jovenes nicaragüenses que han sido testigos de  los programas de Fabretto y el poder de la educación para erradicar la pobreza. Ella está convencida que su experiencia debe ser compartida para así crear conciencia y crear un futuro mejor para nuestros niños. Sin duda, su involucramiento con Fabretto nos llena de mucha alegría.

Si quieres seguir el ejemplo de Patricia y empezar a cambiar vidas en Nicaragua, visita nuestra sección de voluntariado o haz un donativo hoy mismo.