Conoce a Jeffrey. Jeffrey fue egresado en la primera promoción de SAT en Nicaragua. Hoy, es uno de los tutores más activos y entregados del centro de Fabretto en San Isidro de Bolas, un centro semi rural ubicado en las afueras de Managua. Todavía recuerda cómo comenzaron con la iniciativa de apicultura. Estaban en 4º año, recibieron las primeras capacitaciones, los trajes no eran de muy buena calidad y les faltaba mucha experiencia, sin embargo, tenían mucha ilusión por emprender este proyecto.

Según un informe publicado por el Centro para la Diversidad Biológica de Estados Unidos (Center for Biological Diversity), de más de 4,000 especies de abejas norteamericanas, “casi 1 de cada 4 está en peligro y en riesgo de extinción”. El uso extensivo de químicos y pesticidas nocivos en las prácticas agrícolas modernas ha resultado en la disminución de la población de abejas. Jeffrey y sus estudiantes son conscientes del papel que juegan las abejas en la agricultura al ser polinizadores altamente eficaces. Además de la apicultura, estos estudiantes de SAT han aprendido a cultivar orgánicamente y han comenzado a poner en práctica este conocimiento en sus propios hogares, contribuyendo así a la reducción del uso de pesticidas en su comunidad. Están orgullosos de llamarse a sí mismos apicultores y protectores de una especie que está en peligro en muchas partes del mundo.

Casi 5 años después de haber empezado el proyecto de apicultura, Jeffrey ahora lidera la iniciativa de producción y venta de miel con los estudiantes de 3º, 4º, y 5º año de SAT. Ha recibido formación sobre el comportamiento y cuidado de los tipos de abejas, sobre el tratamiento de los paneles y el proceso de la recolección de la miel. Jeffrey nos confiesa que “no son muchos los que les gusta la apicultura, pues supone también muchos riesgos, las abejas son peligrosas”.

Actualmente son 10 jóvenes los que están encargados de vigilar las colmenas, limpiar y cuidar el lugar, así como de recoger y envasar la miel. Durante la época de verano no hay floración, por lo tanto no hay néctar, el alimento principal de la abeja. Por esta razón, Jeffrey y sus estudiantes solicitaron un préstamo para la compra de azúcar, un sustitutivo del néctar. Con la ganancia obtenida de la venta de la miel, lograron pagar el préstamo y además vender algunos litros en la comunidad. Jeffrey sueña con que este proyecto crezca, además nos dice que “nuestra miel se distingue por ser una miel de calidad, pura, hoy en día la miel que venden en los supermercados está muy procesada”.

Moisés está en 3er año de SAT y es uno de los jóvenes que está más involucrado en la iniciativa de apicultura. Con apenas 15 años, se aprecian sus ansias de que esta iniciativa se fortalezca. “Aunque ya sabemos mucho sobre las abejas, todavía estamos comenzando, pero sin duda, nos dará muchas oportunidades en el futuro, es bonito también, aprender a convivir con estos animales”.

Todos podemos aprender de Jeffrey, Moisés, y el resto de los estudiantes de SAT en San Isidro. Juntos, podemos  preservar nuestro hogar. ¡Feliz día de la Tierra!