Llevar nuevas tecnologías a los estudiantes y maestros de Fabretto ha sido una tarea constante. Desde 2018, se emprendieron iniciativas de educación digital, que a partir de 2020 y las circunstancias del COVID-19, se desarrollaron con mayor agilidad para lograr que la educación continuara a pesar de la distancia y poca -en algunos casos hasta nula- conectividad en las zonas rurales.
El primer paso se dió con los maestros, capacitándolos sobre el uso de plataformas como GSuite y todas sus herramientas. Gracias a donantes como Fundación Tinker y BID, que nos apoyan desde 2018 y FIA este año, fue posible equiparlos con laptops, parlantes, proyectores y tabletas que les permitiría crear videos, evaluaciones y guías para sus estudiantes.
Entrega de tabletas a tutores de Cusmapa, Madriz.
“A pesar de que el año fue de muchos retos, fue también de muchas oportunidades porque los profesores se dieron cuenta de la importancia que tiene el uso de herramientas tecnológicas y cómo aprovecharlas para llegar a nuestros estudiantes por cualquier medio posible a nivel digital” nos cuenta Rochester Cáceres, coordinador de educación digital.
En paralelo, se evaluaron las circunstancias de cada estudiante para idear acciones que se ajustaran tanto para aquellos que tienen acceso limitado a un dispositivo móvil e internet, como para aquellos que por su ubicación geográfica no tienen esa posibilidad. A partir de ello se inició a implementar una modalidad de B-Learning, o aprendizaje mixto, creando un balance entre el estudio con herramientas digitales y el compartir presencial entre tutores y estudiantes.
En este proceso, Fabretto fortaleció dos herramientas que venía desarrollando desde 2018. La plataforma fabretto.edu.ni, a la que acceden 743 alumnos del programa SAT para completar sus cursos; y como complemento, Fabretto Educa, un canal en YouTube con videos sobre apicultura, cultivo y procesamiento de café, cultivos de maracuyá e incluso tutoriales sobre herramientas educativas para los docentes.
Y aunque todas estas iniciativas acortaban esa brecha digital, Fabretto seguía teniendo un reto: ¿cómo adaptarlo y hacerlo llegar a los estudiantes que no tienen internet o celulares en casa?
El apoyo constante de los donantes logró que tutores y estudiantes hicieran uso de laptops y 279 tabletas con cursos y contenido pregrabado que podrían trabajar de forma offline desde casa o bien haciendo uso de la red local en los centros de Fabretto.
Entrega de tabletas a jóvenes de Mozonte, Nueva Segovia.
Estos niños y jóvenes, están maximizando el recurso que tienen disponible y aprovechándolo como una herramienta que pueden utilizar no sólo para el ocio sino también para la productividad. Facebook y Whatsapp se volvieron apps muy útiles para crear salas junto a sus tutores y compañeros a la distancia y así continuar de forma regular con sus proyectos.
“Hemos logrado con estas iniciativas desarrollar en los estudiantes esa habilidad del autoaprendizaje. Ya tienen la capacidad y nivel de demanda para solicitar el material en digital porque es más rápido ejecutar las asignaciones y recibir retroalimentación al instante”, comenta Rochester.
La tarea de llevar educación digital a nuestros estudiantes y maestros en las zonas más limitadas continúa y con tu contribución podemos agilizar este paso.
